Lamento informarles estimados amigos progreseños, que una vez más,
tal y como lo dicta nuestro glorioso calendario gregoriano, el infierno
llamado vacaciones de verano, ha llegado, y muchos jóvenes atléticos y lindas jovencitas
pensaran:
— Pinche anciano amargado y gordo, como tú no te matas en la
escuela soportando maestros y quemándote las pestañas, ¡¡PUTO!!
A lo que yo cortésmente
responderé:
— Ha de ser que estudian en Harvard cabrones —
Pero pues el pleito no va por ahí, déjenme les explico un poco más mis
jóvenes amigos.
Con el paso de los años uno va comprendiendo que las vacaciones,
son algo más que estar tirado todo el día en el malecón viendo pasar en sus
lindos corceles motorizados a príncipes y princesas de la capital,
son mucho más que días que empiezan de tarde y noches que terminan de
madrugada, son mucho, mucho más. Son toneladas extra de basura en nuestro
municipio, son 30,000 mil autos más en nuestro ya desafortunado tráfico
progreseño, son 100,000 personas más queriéndose meter a bañar a la misma hora,
son 45 días de una dulce tortura veraniega, y digo dulce, porque no todo es
malo, reconozco que es agradable que hayan diez “nuevas” opciones
para ir a cenar, y es hermoso ver nuestro malecón rebosante de alegría,
y es súperdupercool ser la sede estatal de los más finos antros “onthebeach”,
pero vamos, toda esa hermosura muere cuando no podemos estacionarnos para hacer
nuestras tradicionales compras diarias en nuestro diminuto mercado, o cuando
llegamos dos horas tarde (del trabajo a casa o de casa al trabajo ) porque pues
es fin de semana y la raza quiere tomar dos “en el puerto”, o cuando
el hermoso y dulce príncipe meridano que ha sido dulcemente besado por Baco
decide arrojar su meados ahí en la puerta de nuestras casas, frente a
nuestras huarachudas mujeres e hijas, porque pues anda en un pueblo y cree que
aquí no hay ley.
Y no mis estimados conocidos meridanos, no desprecio sus
miles de hermosos billetes que vienen a derrochar en pescado frito, kibis
y cervezas. Es verdad que la economía del puerto mejora sustancialmente, y
gracias a ustedes nos alcanza para probar otra cosa que no sea pescado (sigh),
incluso algunos, hasta logran juntar para comprar una regadera y por fin
bañarse como lo hacen ustedes ahí en la capital, pero pues entiendan que cuando
ustedes se van, nosotros aún seguimos viviendo en el mugrerío que dejan.
Otro de los terribles males que traen consigo las vacaciones son
los inevitables llamadas/mensajes/tuits de nuestros amigos meridanos, los
cuales ni siquiera nos felicitaron en nuestro cumpleaños, pero hoy se les
acordó que somos progreseños y pues estaría bien que demostremos cordialidad recibiéndoles
con una buena paila de fresco ceviche de ese que crece en los patios de las casas
progreseñas y porque no, convidarles de una sustanciosa tanda de frías bebidas
alcoholizantes, claro, porque cuando nosotros vamos a Mérida, ellos nos llevan
de compras a Liverpool® y después a recuperar energías al Burguer King ® más
cercano.
Y al final que le vamos a hacer, así son las vacaciones, así es
Progreso, no nos queda más que transitar por las calles lejanas a la fiesta,
salir a comprar a pie y juntar durante la mañana el agua en cubetas para poder
bañarnos a gusto, justo después de que termine la novela de las siete, y
después de eso disfrutar, disfrutar de este hermoso lugar donde vivimos, aunque
esté repleto de nuestros queridos hermanos capitalinos.
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Paul Recio
Sígueme en Twitter: @Paul_Recio
Jajaja totalmente de acuerdo, no hay cabron más chayote que el meridano ya casi piden posada por hacer el extenuante viaje de 20 minutos a progreso
ResponderEliminarjajja [sic] tá larga la jalaá. Gracias por tu comentario Juan Z.
ResponderEliminarJAJAJAJA conozco a Paul Recio de la universidad, siempre se ha quejado de sus "conocidos" meridanos visitantes incomodos, saludos conocido!! trataremos de no ensuciar cuando vayamos al puerto jajaja
ResponderEliminarDe firmes convicciones, jajaja, SALUDOS!!!
ResponderEliminarjajajajaja... Nos odian... Atte. Un meridano chayote que le encanta el bello Puerto Progreso de Castro.
ResponderEliminarjaja pero en el fondo los queremos, saludos amigo y gracias por comentar!!
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