Todos sabemos lo que le pasó a Cindi, ahora ex reina de la Marina . Suceso que ha dado de qué hablar puedo asegurar,
en cada casa de este bello y
comunicativo Puerto, y el cual, me ha hecho pensar en infinidad de cosas. Muchas de ellas han sido burlas, reconozco
que me he unido al común de comentarios jocosos en redes sociales; privilegio
que otorga no estar en sus zapatos; pero por otro parte, mi lado de “profesional”
me hace pensar en las implicaciones psicológicas que este evento tiene y tendrá
en la vida de esta pobre (?) jovencita. ¿Alguien
se ha preguntado cómo está o en qué está pensando?
Como decía, la situación que ya bien conocemos, le ha
arruinado el presente y futuro a esta mujer, atentando principalmente a su
salud mental, su futuro laboral, sentimental y social. Porque, aunque la memoria en redes sociales es efímera,
es decir, luego de unos días se hablara de otra cosa, en internet todo queda
grabado para siempre.
Hay muchas cosas que me asustan a raíz de este evento. No voy a hablar de la reactiva doble moral
que le quito la corona (que sí me asusta pero no me interesa ahondar por ahora)
más bien me quiero referir al impacto que me produce la facilidad con la que la
gente le cuelga la palabra “puta” a las mujeres, esto no tiene una implicación
feminista para nada, pero… ¿hasta cuándo se va a aceptar que las mujeres también
usan su sexualidad? Muchas de las
opiniones que se han generado al
respecto están dirigidas a cuestionar la moralidad de una joven que
muestra su cuerpo desnudo. Déjenme decirles que la desnudez nos muestra vulnerables, no
inmorales. Muchas otras dirigidas a cuestionar la
calidad de la educación que ha recibido de sus padres, como si no se supiera que los hijos tenemos decisión propia y derechos,
siendo uno de ellos el que tenemos sobre
nuestro propio cuerpo. Algunas más a
dirigir el dedo castigador para decir, ella es la culpable. Y sí, lo es, pero quizá nunca fue consciente
de lo vulnerable que se volvía al poner su intimidad en manos de “alguien”.
No es la primera vez que se conocen casos como estos, en la
farándula hay muchos e incluso en el mismo Progreso, pero ¿aprenderán las
chavitas de lo que le pasó a Cindi? No lo creo. Por inocencia, por hacerle un
regalo de amor a su pareja, por sentirse cómodas con su cuerpo, por dinero, o
por lo que sea, la realidad es que si lo
hacemos es porque, uno, muchas están ahora
engolosinadas explorando una sexualidad que siempre hemos tenido, pero que con
la “apertura” de la sociedad, parece que nos acaban de regalar el privilegio de
gozarla; y dos, porque nos gusta sentirnos deseadas, ¿a poco no es un buen
piropo saber cuántas chaquetitas te dedica tu novio viendo tus fotos antes de
dormir?
Me encanto "el a poco no es un buen piropo" jijiji muy buen articulo Margot Saludos
ResponderEliminarLove it!!!! Inteligente, sexual y liberal! Ya estoy esperando tu siguiente opinión margot. No te tardes!!
ResponderEliminarGracias por leer MaryTere, ya andamos en eso. Saludos.
Eliminarjajaja muy bien margot!!! es la verdad lo que dicen en el ultimo párrafo esa niña esta muy huapa y debería de sentirse orgullosa de su cuerpo oooobbbvvviiiooo no están acostumbrados a esas cosas aquí en progreso seguire leyendo esta madre que la verdad ya me gusto felicidades a todos!
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