08 agosto, 2013

Los sueños si se cumplen, y también en Progreso.


 Ten cuidado porque corto es el tiempo y nadie sabe si mañana, si pasado mañana, si nunca. Ana Ilce Gómez
                                                  Un día vio una cometa y dijo que quería una
Cuando te gusta algo haces todo por tenerlo. José Irigoyen.




El domingo cuatro de agosto regresaba de un bautizo, cuando volví a ver los papalotes en la esquina, siempre los veía, pero nunca me dio por preguntar, esta vez fue diferente porque realmente me surgieron unas ganas enormes de volar uno, así que me baje.

Una casa humilde, pequeña, algo descuidada. Basto un “buenas tardes” para que saliera de la misma un viejo muy amable, al cual le pregunte que si seguía vendiendo papalotes o cometas y enseguida con tono alegre me dijo: Claro que sí, el que desees, pasa, adentro tengo más de cien. ¿Pueden imaginarse más de 100 papalotes? Y sí que los tiene, parecía una niña, un deseo hecho realidad. Es verdad que el aspecto por dentro deja mucho que desear, pero fue lo de menos, cuando don José Irigoyen (porque así se llama y se los presento) comenzó hablar, a contar como surgió el sueño, su vida, de sus padres, hijos, quede tan tonta al escucharlo que inmediatamente saque mi celular para grabar todo (Los triste fue que no se grabó y no sé por qué) hubo una frase que me taladro la mente:

“Los sueños si se cumplen, vivo el mío desde 1928, si se puede”

Nació en 1922 y proviene de una familia muy pobre. Tratando de elegir un papalote, contaba que en su época uno costaba 10 centavos y el kilo de carne 20 centavos, así que un día cuando le dijo a su madre que le comprara uno, ella le respondió:

Con lo vale ese papalote podemos comprar medio kilo de carne.

Que duro para un niño no tener algo que tanto desea. Lo admirable del asunto que eso no impidió que don José buscara la forma de juntar el dinero para material (no para comprar uno) y observando aprendió a armarlos, ahí es donde empezó el sueño. Vivió de la enseñanza y lo alterno con su sueño de hacer papalotes y hacer felices a las personas.

Ahora que ya está jubilado se dedica exclusivamente a hacer muchos papalotes y de diferentes tamaños, colores, costos y formas. Lo que impresiona es la manera en la que te habla de todo, a pesar de los años, se nota el gusto por lo que hace. Le compre dos papalotes e inmediatamente fui a la playa con mi familia a volarlos y créanme que todos los que estaban se quedaron viendo. Y me di cuenta que hace mucho que nadie volaba uno. Tuvimos muchos espectadores, mientras tres niñas y su abuelo volaban a “Roseta” y a “Azumi” (Le pongo nombre a mis cosas porqué así de mucho las quiero) aunque esta vez fueron mis sobrinas quienes los eligieron. Por una hora fui muy feliz. 

Les diré algo muy cierto y es que quiero que mis sobrinas aprecien las cosas simples, pero bonitas de la vida. Que algo tan sencillo les puede dar felicidad.






Que cosa mas bonita encontrar a personas que viven sus sueños.



Limón.
Tuiter: Karyciruela

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13 comentarios:

  1. Buena edición, las imagenes que agregaste están excelentes, me hiciste recordar mucho de mi nñez y mis largas horas volando mis "papagayos" y las competencia con mis amigos a ver cual tiraba primero a otro, o mandar "cartas" para cortar hilos...una competencia que en lugar de enojar, causaba risas y si perdías, presto al momento armabas otro, o ibas unas calles corriendo a ver donde caía tu "cometa" y tratar de recuperarlo.

    Saludos Limon... como siempre, un gran relato de calidad.

    Solo anexaría la dirección de este Sr,... me gustaría comprar un par de "papalotes" para volarlos con mi hermano y mis sobrinas un rato en la playa cuando vaya a pescar al muelle.


    @Beto_Wong_Tarta_2013

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    1. Igual recuerdo que para la época de gremios del barrio de San Sebastián en Mérida (que de echo estamos en esas fechas) los niños recogíamos los palos de los voladores para armar después los "papalotes" una semana después de dichos gremios el parque se llenaba de chamacos a volarlos.

      Mi padre me enseñó a armar los míos, y en varios estilos...la que sufría era mi madre, pues le agarrabamos los hilos on los que ella hacía hamacas...o con las que tendía ropa... eso era castigo y "fajazo" seguro...pero que nos importaba!!!! había que retar al cielo, volar tus sueños.

      @Beto_Wong_Tarta_2013

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    2. Calle 29 x 46 y 48. Frente al restaurante albertos.

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  2. Pues yo sigo haciendo de mi vida un papalote jajaj pero ya es hora de seguir el ejemplo de don José y realizar algún sueño.

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  3. Comparte la dirección del señor, con tu relato me dieron ganas de adquirir algunos!!!

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  4. Limon por favor dejanos saber la direccion yo pronto estare visitando progreso y no me oo vas a creer pero nunca he tenido la oportunidad d volar un papalote y quisiera hacerlo. Gracias

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    1. 29 x 46 y 48. Frente al restaurante albertos.

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    2. Cuando lo hagas, te sentiras muy bien. me cuentaa que tal. :)

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  5. Hola, gracias por los comentarios, me da mucha felicidad que les haya gustado y que dejaran sus comentarios, la direccion es calle 29 y esta enfrente del restaurante Albertos, afuera en la esquina pone sus papalotes ya solo preguntan y sale el señor.

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  6. conozco al profr. es el único lider sindical que antepuso los derechos del trabajador ante la corrupción de su sindicato,hizo valer la voz de la asamblea ante las propuestas de los corruptos sindicales,aaprovecho para enviarle un saludo desde la cd.de chetumal,donde creo quw aún conserva una residencia.

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